Carro elevador en camas articuladas eléctricas
Las camas articuladas eléctricas con carro elevador son un elemento opcional en muchos casos, que lo que hace es permitir subir y bajar fácilmente la cama, haciendo que sea mucho más sencillo ofrecer los cuidados que la persona necesita. Es decir, la persona que se encarga de los cuidados no tiene que estar agachándose o inclinando la espalda constantemente para poder hacerse cargo de determinadas tareas.
La camas articuladas eléctricas con carro elevador, por lo general, permite variar la altura de la cama entre 40 y 80 centímetros. En función del modelo escogido existen diferentes funciones posibles. Algunos modelos permiten, a través de un sistema, regular la altura de la camas articuladas eléctricas y la inclinación del respaldo. Otros, en cambio, aplican movimiento a través de un motor a la parte inferior de la cama articulada, que es donde la persona apoya la parte de su pierna que va desde las rodillas hasta los pies. Es muy habitual que el carro elevador tenga basado su funcionamiento en un sistema de tijera (se abre o cierra dependiendo de la altura) pero también los hay telescópicos (el soporte se extiende mediante su propio eje).
La función de elevación de las camas articuladas eléctricas es recomendada especialmente para facilitar al paciente y al cuidador su día a día. Al regular la altura de la camas articuladas eléctricas a la silla de ruedas lo que nos permite es facilitar la transferencia del usuario de una forma segura y con menos esfuerzo físico. Por supuesto resulta muy útil en casos especiales para los cuidadores como las tareas de higiene (por ejemplo, el cambio de pañal). Pero también para casos específicos, como el de las personas con Alzheimer ya que pueden posicionar la cama a una altura más baja y evitar caídas desde más altura.
Las camas articuladas eléctricas que incluyen carro elevador ofrecen muchas ventajas, tanto para el paciente como para el cuidador. En caso de tener que comprar camas articuladas eléctricas es muy recomendable buscar una que sí lo tenga. Quizá en este momento de la compra pueda considerarlo como un elemento poco necesario, pero hay que pensar en toda la vida útil de la cama. Es un producto de larga duración y en el momento de la elección es mejor pensar en si más adelante le vayamos a dar otro uso y si se puede volver necesario en el futuro.
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